Por: Dr. Ian Avilés, DPT @ian_physio_
¿Te operaron recientemente la
rodilla? A un porcentaje alarmantemente alto de la población le han hecho algún
tipo de cirugía en su rodilla. Siendo los reemplazos de rodilla las más comunes
principalmente entre la población de adultos mayores. Inmediatamente luego de culminada
una cirugía ortopédica va a dar comienzo el proceso de rehabilitación, uno en
el cual los detalles por más pequeños que sean, pueden lograr una gran
diferencia. Durante esta primera fase del proceso de rehabilitación el paciente
va a estar enfocado mayormente en el dolor, esto puede crear miedos que a la
larga puedan afectar la capacidad funcional a la que puede llegar el paciente.
Si, el dolor es importante y hay que atenderlo y manejarlo, pero el lograr la
movilidad de la rodilla de vuelta es de vital importancia. Sin quitarle
importancia a doblar la rodilla, lo mas importante durante estas primeras
semanas es lograr que esa rodilla extienda completamente. Y esto es algo que inconscientemente
estamos atrasando al colocar la rodilla en la posición de descanso demostrada
en la figura 1.
Si,
esa posición es la más cómoda y la que menos dolor le debe causar, pero no está
permitiendo que la rodilla estire y una articulación a la cual no se expone a un
movimiento por periodos largos de tiempo lo puede perder. En otras palabras, lo
que no se usa, se daña, si la rodilla no se extiende va a perder la capacidad
de hacerlo. El no tener la capacidad de estirar la rodilla completa va a impedir
que la persona camine de la manera adecuada y puede traer otras complicaciones
en la pierna, cadera o espalda. Esto no solo aplica a las personas mayores con
reemplazos; si un atleta operado del ligamento cruzado anterior (ACL) no logra
esa extensión de rodilla tampoco va a lograr retornar al deporte con el mismo
rendimiento de antes de la lesión. Esto incluso podría acelerar el proceso
artrítico de la rodilla y podría presentar dolor persistente luego de la
operación. De manera que NO se recomienda descansar la rodilla con una almohada
debajo de ella por periodos largos de tiempo. Lo ideal es colocar la almohada
en la parte posterior del pie (figura 2), de esta manera la gravedad promueve
un estiramiento hacia la extensión de la rodilla.
Esta posición la puede asumir
por 15 minutos de 5-6 veces al día a tolerancia; si no tolera 15 minutos puede
empezar con 8 y va aumentando de acuerdo con su tolerancia. No les puedo
mentir, la posición es incómoda y molesta un poco, pero es la mejor manera de
lograr estirar esa rodilla sin tener que utilizar estiramientos forzados. Lo
mejor de todo es que esta posición usted la puede asumir en cualquier momento,
viendo TV, comiendo, compartiendo con la familia, etc. Para lograr que la
posición sea aún mas tolerable puede utilizar una compresa fría o caliente (de
acuerdo con su preferencia) para manejar el dolor mientras mantiene la rodilla
estirada. Esto se puede progresar a ser un poco mas agresivos colocando un peso
ligero (de 3-10 libras) sobre la rodilla para promover aún mas ese
estiramiento.
¿No estás seguro si tu rodilla
está completamente estirada? Sencillo, asume la posición de la figura 3, es
importante recalcar que ambas rodillas deben estar fuera del borde de la cama.
Una vez asumas la postura pide a un familiar que verifique si los talones están
al mismo nivel, si hay un talón mas alto que el otro significa que esa rodilla no
esta igual de extendida que la contralateral. A esa rodilla que le falta un
poco de extensión entonces puedes realizarle el estiramiento ya explicado.
*Las recomendaciones hechas en este blog no sustituyen unas recomendaciones médicas, para recomendaciones específicas para su persona debe ir al profesional de la salud pertinente.



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